El Tour del Terror

Sabemos que actualmente uno de los mayores problemas que preocupan en el mundo es la contaminación del medio ambiente, que tristemente hemos provocado nosotros a través de los años. A pesar de que estamos al tanto de ello por las noticias, las redes sociales y medios de comunicación en nuestra conciencia no podemos dimensionar la gravedad de las cosas, o al menos eso me sucedía a mi. Hace unos días tuve la oportunidad de tomar el “Tour del Terror” que parte del ITESO a horas tempranas del Sábado. Fuimos a una zona llamada El Salto, que aunque usted no lo crea, está a unos cuantos minutos de la parte urbanizada de la ciudad, y cuando digo urbanizada me refiero a la parte donde todo “lo vemos bien”, el mayor problema de los residentes de esta zona es, evidentemente, el tema de la contaminación que conlleva el Río Santiago que desgraciadamente pasa por sus zonas de vivienda, dejando severas consecuencias. Aguas negras, olores de putrefacción, inexistencia de vegetación y vida animal entre otros. Sin embargo el problema ya no cae tanto en qué tan contaminado está el río, si no en que nosotros los ciudadanos estamos haciendo caso omiso a un problema que está a la vuelta de nuestras casas (literalmente) junto con el gobierno y sus medidas mediocres para callar a los habitantes de ahí, para tranquilizarlos con soluciones pobremente ejecutadas entre otras cosas. 

Primera Parada: Presa de las Pintas 

De primera instancia esta presa se ve como cualquier otra, no tenía olores desagradables , al menos. Cuando nos acercamos un poco más había restos de basura a los alrededores de la presa, muchas plantas acuáticas y unos montes de lodo afuera de la misma. Lo cual después las personas que nos dieron el tour nos dijeron que son montes de excremento que el SIAPA viene a sacar del lago cada que suceden inundaciones (medida mediocre del gobierno número uno), esta presa que contiene aguas negras se usa para abastecer a las personas que viven a su alrededor, lo cual yo no lo creía verídico hasta que vi a una persona residente sacar con una cubeta agua de la presa para lavar su coche. Sí, estaba lavando su coche con aguas negras.
Pero bueno, el problema no termina ahí, estas son algunas de las consecuencias de salud que sufren los residentes: 

• Enfermedades respiratorias
• Enfermedades de piel 
• Diabetes

A continuación, deléitense de la triste realidad:

• 
  

Colonia La Azucena 

Probablemente este nombre suene conocido, si lo es así es porque leíste la noticia de un niño hace algunos años que cayó al río y murió por intoxicación. Cuando sucedió esto, los ojos del mundo se posaron en nuestra ciudad, claro de una manera negativa. 

Campañas por aquí marchas por allá pero ... ¿Qué iba a hacer el gobierno al respecto? Bueno, ésto fue lo que hicieron.

• • Construcción de 2 plantas de tratamiento cuando se necesitan 43
  • Un plan de construcción pobremente planteado
    
  • De las plantas de tratamiento existentes, de las 1900 contaminantes existentes
    se tratan 3
    
  • Las plantas solo tratan contaminantes biológicos, no industriales. Recalcando
    que del 100% de descargas que se hacen al río, 80% son domésticos y el 20% son industriales, pero éste último porcentaje tiene un impacto en volumen del 80% contra los demás.
    
  • Supuestamente estas plantas sanearán el 100 % del agua, cosa que no está sucediendo
    
  • Existen 273 plantas de tratamiento de agua en Jalisco de las cuales 51% están en función y de ese porcentaje solo el 15% cumplen con la normativa oficial
    
  • La Comisión Estatal de los Derechos Humanos reconoce el problema de contaminación y nombró a los culpables (que ya sabemos quienes son) con la promesa de solucionar este problema. El macroinforme fue liberado hace 10 años, y las cosas siguen exactamente igual.
   

Segunda Parada: Presa del Ahogado

Aquí es donde supuestamente se encuentra la planta de tratamiento. Y bueno la verdad no se puede comparar la primera parada con esta. Para empezar, desde apróximadamente a un kilometro de distancia ya podía oler las aguas negras. Y como podrán imaginar conforme me iba acercando el olor fué empeorando. Cuando crucé por el río me lloraron los ojos del olor, nunca en mi vida había experimentado algo así. Estaba a nada de regresarme y esperarlos en el camión, pero dado que todos seguían caminando decidí seguir con el camino. Había llantas en el río y hongos de putrefacción en ellos. Algo que en verdad nunca había visto en mi vida. ¿En serio la planta de tratamiento está aquí? Era la pregunta que perpetuamente se me quedó después de estar en este lugar. Después de aquellos olores, no creí que pudiera existir algo peor, pero bueno, ya aprendí que cuando uno tiene estos pensamientos es porque efectivamente viene algo peor, que fue la última parada. 

Tercera Parada La Cascada

Cuando llegamos, desde el camión podía ver la cascada, la veía muy pequeña. Esto para hacer referencia de lo lejos que estaba, porque cuando me baje del camión lo primero que me golpeó fue aquel viento seco cargado de un olor parecido al de la Presa del Ahogado pero multiplicado por tres. Se me revolvió el estómago instantáneamente. Nos dieron la información de la cascada a esta distancia, dado que el olor al llegar ahí era insoportable. De antemano sabía que esto era mala señal. Después de la plática informativa caminamos al mirador del río que me parece la cosa más irónica del mundo. “Vamos a construir un mirador a uno de los ríos más contaminados del mundo, para que las personas puedan venir aquí a pasar un buen rato rodeadas de un olor que no te deja abrir los ojos y que muy probablemente de haga vomitar” ¿Romántico, no?.

Cuando estuve en el mirador, toda la construcción estaba corroída por la contaminación. Y a pesar de que la cascada estaba a metros de distancia el olor me era insoportable, intente taparme con la libreta, con mi chamarra y la verdad es que el olor era tan poderoso que lograba atravesar cualquier barrera. Agradezco mucho haber desayunado ligero. Pero lo más impactante de esto fue que hay personas viviendo aquí, personas que tienen que soportar estos olores todos los días porque no tienen dónde vivir. Personas que llegaron a estas tierras sin saber las consecuencias de hacerlo.
Es increíble que en nuestra propia ciudad esté sucediendo esto y hagamos caso omiso. Nos inculcan desde pequeños a alzar nuestras voces, a decir lo que pensamos, y cuando lo extendemos nadie nos escucha. Que es lo que sucede con las personas de esta zona. ¿Nos tenemos que esperar a que la contaminación se extienda para hacer algo? Espero que no, porque cuando esto suceda será ya muy tarde. 

Cosas tan banales como separar la basura, no usar plástico, usar contenedores reutilizables, informarnos , ayudar de alguna manera a todas aquellas asociaciones que se dedican al cuidado del río (un salto de ayuda por ejemplo) y sobretodo estar informada de lo que sucede, sobretodo en estos tiempos de elecciones. Donde ahora todos los candidatos se pelean para ir a esta zona, aunque sea para una foto, algún indicio de que “están haciendo algo” cuando en realidad no es así. Así como yo, espero tu no necesites tu foto para hacer algo.